La idea de la publicación de hoy nace de una serie de experiencias y conversaciones recientes que me hicieron reflexionar sobre los motivos por los cuales escribo este blog. La conclusión, como para no dar vueltas, es que quisiera que Convergente lo leyeran jóvenes que están en esa zona de incertidumbre en la que ya empiezan a ser responsables por sí mismos, posiblemente por el resto de sus vidas, pero no saben muy bien cómo asumir esa responsabilidad.
Sus comentarios y recomendaciones para que Convergente llegue a ese público son totalmente bienvenidas.
Comencemos.
Hace unos días, participé en un episodio del podcast de Roberto Rave, ¿Cómo Fue?. Acá lo pueden ver.
Más o menos en el minuto 43, Roberto me pregunta cómo podemos inspirar a las generaciones más jóvenes.
En el video pueden oír mi respuesta, corta y un poco improvisada. No fui capaz, en ese momento, de poner en palabras un sentimiento. Sólo dije “ojalá la gente pudiera ver el mundo que veo yo”.
Reflexionando sobre eso, me doy cuenta que esa expresión tiene múltiples dimensiones y ahora es obvio para mí por qué no fui más explícito en ese momento.
Una forma de interpretar lo que dije es ver el mundo a través de mi forma de pensar. Por un lado, desapasionada, objetiva y optimista. De otro, a través de mi forma de ejecutar. Veo que hay que hacer algo y lo hago. Soy bueno para ponerme un objetivo, hacer un plan para avanzar hacia ese objetivo todos los días y llegar. Esto me genera autoconfianza; permanentemente me demuestro a mí mismo que se pueden lograr grandes cosas, haciendo un esfuerzo constante por períodos de tiempo prolongados.
Otra dimensión tiene que ver con conocer la tecnología que todos los días vemos en Veronorte. Tecnología que parece magia. No sé si ya vieron los videos del lanzamiento de ChatGPT-4o. Al verlos, reconozcan esa sensación. Todos los días siento eso mismo y es esperanzador.
Me habría gustado también decir que escribo este blog para inspirar. La verdad, no se me ocurrió y tampoco sé si es verdad que Convergente inspire. Sería chévere pensar que sí.
Yo veo un mundo en el que las cosas se pueden lograr y eso me parece tremendamente inspirador. Ojo que no tiene nada que ver con ese optimismo que se asemeja a la fe. Como hemos dicho antes, es un optimismo prescriptivo: pensar que el mundo puede ser mejor y que está (parcialmente) en mis manos hacer que así sea. Es decir, mi modelo mental es de permanentemente esforzarme por tener la libertad para influir en lo que considero correcto o beneficioso.
Ahora veo que realmente la pregunta de Roberto estaba orientada a descubrir cómo inspirar a las personas para que ganen libertad económica1, partiendo de la realidad que muchos jóvenes viven diariamente adversidades que los obligan a sólo subsistir, sin el tiempo, el conocimiento o los recursos para romper el círculo vicioso.
Parte del objetivo de Convergente es ofrecer algunas ideas sobre nuevas teorías de progreso. En el contexto de la conversación de hoy, eso significa la ganancia de libertad económica de aquellos que la tienen más capturada.
Enmarqué la publicación de hoy dentro de la serie de descentralización por un motivo fundamental: lo que observo de los modelos económicos e industrias que prevalecerán en la Era del Conocimiento a la que estamos entrando, maximiza el valor para los individuos (los nodos de una red) y amenaza el valor que hoy es capturado de manera concentrada por algunas grandes corporaciones.
Lo primero para pensar es: ¿dónde están emergiendo las nuevas oportunidades económicas? Según diversas estimaciones, la economía digital crece entre 2,5 y 3,0 veces más rápido que la economía tradicional. Es decir, la mayor parte de la expansión de la economía del mundo no ocurre en el mundo físico y, como resultado, hay una creciente fuente de oportunidades de negocio en el mundo digital.
Una consideración desafortunada es que, si bien el mundo digital es totalmente independiente de las condiciones del lugar físico donde estén las personas, muchos países2 han limitado la libertad de acceso a internet y censuran contenidos relacionados con libertades personales. Esos países luchan por ser los determinantes de las vidas de sus ciudadanos, cosa que claramente va en el sentido opuesto a la libertad personal de la que acá estamos hablando. Este comentario, un poco al margen del tema central de hoy, es para recordar el valor de la libertad intelectual y lo frágil que puede llegar a ser bajo las ideologías totalitarias que han ganado fuerza en la última década.
La principal oportunidad de internet y el mundo digital es el acceso a, prácticamente, todo el conocimiento humano. Y, obviamente, es el punto de partida para avanzar hacia la libertad económica: ganar conocimiento sobre asuntos nuevos, novedosos y útiles.
Una búsqueda rápida en Perplexity arroja un sinnúmero de plataformas de educación gratuita, algunas con contenidos de nivel universitario; acá una muestra con las primeras 10:
Coursera - Ofrece cursos en línea gratuitos de universidades y empresas de renombre. Proporciona una prueba gratuita de 30 días.
edX - Proporciona cursos universitarios gratuitos en diversas disciplinas como ciencias de la computación, ciencia de datos, ingeniería, etc. Sin prueba gratuita.
Alison - Ofrece cursos en línea gratuitos creados por expertos en campos como marketing, salud, humanidades, ciencia y tecnología. Algunas clases avanzadas tienen un costo.
Khan Academy - Una plataforma sin fines de lucro que ofrece una biblioteca gratuita de "micro-lecturas" educativas sobre materias académicas tradicionales.
Udemy - Te permite desarrollar nuevas habilidades aprendiendo de una extensa biblioteca de cursos impartidos por instructores expertos.
Saylor Academy - Ofrece cursos en línea gratuitos y abiertos, materiales de aprendizaje y herramientas para hacer que la educación sea accesible para todos.
OpenLearning - Una plataforma gratuita para crear y compartir cursos en línea. Ofrece una variedad de cursos gratuitos.
Canvas Network - Proporciona acceso gratuito a cursos y programas de desarrollo profesional para educadores y el público en general.
FutureLearn - Ofrece cursos en línea gratuitos de universidades de renombre e instituciones culturales de todo el mundo.
Udacity - Ofrece cursos en línea gratuitos y nanogrados en materias tecnológicas. Ofrece una garantía de devolución de dinero de 7 días.
Ni decir de la cantidad de contenido gratuito y de altísima calidad que se puede consumir por YouTube, X o TikTok.
¿Qué se necesita? Básicamente, una conexión a internet. La conectividad urbana de banda ancha es bastante alta, cercana al 80% y mejorando. En zonas rurales aún es inferior al 50%3 lo que implica una limitación real al acceso a conocimiento.
También ayudaría mucho saber inglés. Por ejemplo, el 95% del contenido científico es publicado en inglés. Además, como sabemos bien, es el idioma de intercambio de información entre personas que hablen idiomas diferentes.
También se puede aprender inglés usando herramientas digitales; acá las cinco más importantes:
Duolingo - Una plataforma integral que ofrece lecciones de idiomas interactivas para estudiantes de cualquier nivel.
BBC Learning English - Proporciona recursos de alta calidad para aprender inglés británico a través de videos, podcasts y actividades.
British Council - Ofrece una amplia gama de lecciones interactivas, videos, juegos y podcasts para aprender inglés de forma gratuita.
EnglishCentral - Se enfoca en el aprendizaje a través de lecciones en video y acceso a tutores para un aprendizaje personalizado.
Cambridge English - Proporciona recursos gratuitos para ayudar a practicar las habilidades de inglés.
Obviamente, se necesita disposición y automotivación; ganas de salir de la zona de comodidad y expandir fronteras. Y si bien eso es responsabilidad de cada lector, seguramente ayuda si listamos algunas de las oportunidades económicas más comunes y atractivas del mundo digital. Acá un breve resumen:
comerciante: un comerciante digital vende productos o servicios en línea a través de plataformas como Amazon, eBay, Etsy, o su propia tienda en línea. Puede tratarse de productos físicos, como ropa y electrónicos, o productos digitales, como e-books y cursos en línea. Muchos comerciantes digitales son intermediarios de mayoristas, aprovechando volúmenes y descuentos para ganar márgenes, sin tener que ser productores y, en algunos casos, sin preocuparse por inventarios o logística. Pueden aprender a crear y operar una tienda digital acá.
freelancer: un freelancer ofrece sus habilidades y servicios de forma independiente a múltiples clientes. Esto puede incluir escritura, diseño gráfico, consultoría, desarrollo web, traducción y mucho más. Los freelancers gestionan su propio tiempo, proyectos y negocian sus tarifas. Algunas de las plataformas más reconocidas para ofrecer servicios de freelance son Fiverr, Upwork y Toptal.
trabajador remoto: los trabajadores remotos son empleados de una empresa pero realizan su trabajo fuera de las oficinas tradicionales, desde su hogar o cualquier otro lugar con acceso a internet. Esto incluye roles en marketing, recursos humanos, servicio al cliente, desarrollo de software y más. Un buen curso para entender cómo maximizar el valor del trabajo remoto lo ofrece Linkedin.
especulador financiero: hoy en día, prácticamente todos los mercados financieros se operan de manera digital y sus partícipes pueden estar en cualquier parte del mundo. Plataforma como TD Ameritrade, eToro e Interactive Brokers, ofrecen diferentes niveles de sofisticación y herramientas para operar en los mercados de capitales de manera responsable.
desarrollador de software: un desarrollador de software crea aplicaciones, sistemas operativos y software para diversos dispositivos y propósitos. Trabajan con lenguajes de programación como Python, JavaScript, Java, y C++. Es uno de los oficios más demandados y mejor remunerados hoy en día. En 25 horas, una persona puede adentrarse en el mundo de python y, rápidamente, empezar a prestar servicios de desarrollo de software.
caza recompensas (bounty hunter): en el mundo digital, los bounty hunters buscan errores y vulnerabilidades en sistemas de software y redes a cambio de recompensas ofrecidas. Acá una lista de bug bounties disponibles que pagan entre USD 13 y USD 26 por hora.
creador de contenidos: un creador de contenidos produce y distribuye contenido digital, como videos, blogs, podcasts y publicaciones en redes sociales. Utilizan plataformas como YouTube, TikTok, Instagram y blogs personales para llegar a su audiencia y monetizar su contenido a través de publicidad, patrocinios y donaciones. El que quiera aprender, puede hacerlo acá sin costos iniciales.
Deliberadamente dejé a creador de contenidos de último, pues creo que es una aspiración popular pero que debe ser analizada con detalle. Ser youtuber, tiktokero u onlyfans parece ser atractivo. No tengo ninguna crítica a quien quiera explorarlo. Pero es importante que las personas conozcan los modelos de negocios de estas redes, pues no necesariamente favorecen a los creadores. Dan popularidad pero poca libertad económica, salvo que el creador esté en el 1% de los más vistos y/o seguidos. Es decir, a diferencia de ser comerciante o freelancer, cuya remuneración es proporcional al esfuerzo realizado, ser creador de contenidos para redes sociales implica, además, ser un gran ganador bajo los modelos centralizados actuales.4
Como ven, ninguna de las ideas anteriores es una oportunidad oculta detrás de algún guardián: a nadie hay que pedirle permiso para hacer un curso gratis en internet y luego intentar desarrollar alguna actividad económica digital. Con los medios mínimos (conectividad y un computador o teléfono inteligente) y la decisión, se puede iniciar el rompimiento del ciclo vicioso que mencionamos.
Un ingrediente adicional, para terminar: estamos en pleno proceso de conocimiento y adopción de la inteligencia artificial generativa aplicada a los negocios. Es inevitable especular sobre las implicaciones para las personas y sobre cuántos “empleos” se perderán a causa de la automatización que la IA permite. Como hemos analizado en las transiciones tecnológicas anteriores, lo que antes era escaso se vuelve abundante (el tiempo de las personas, liberado por la automatización) y con el desplazamiento de esa frontera, se abre un horizonte nuevo, y aún incierto, de oportunidades. En medio de esa incertidumbre algo para mí es cierto: las capacidades intrínsecas humanas, de exploración, cuestionar, empatizar, crear, soñar, serán magnificadas por esa nueva ola tecnológica, y empoderarán aún más a cada individuo que se disponga de la forma adecuada.
La reflexión de hoy es sencilla pero, para mí, poderosa: la inspiración no la provee una serie de factores externos, sino que la creamos nosotros mismos. Es función de ir forjando una mentalidad que comienza con un poquito de conocimiento, luego un poco de ejecución que nos da confianza para obtener un poco más de conocimiento y reforzar el ciclo.
Como en ningún otro momento de nuestra civilización, ese acceso a conocimiento tiene muy pocas barreras, ¡casi todo el conocimiento humano está escrito y libremente disponible en internet! Hace 30 años, el universo de posibilidades era otro totalmente diferente. Sin ser ingenuo sobre las brechas y barreras invisibles que existen en nuestra sociedad, no puedo evitar pensar que el tablero está un poco más nivelado.
Eso es todo por hoy. Gracias por leer, comentar y compartir.
Camilo
En publicaciones anteriores hemos hablado de la importancia de la búsqueda de libertad económica, intelectual y espiritual.
China, Vietnam, Corea del Norte, Arabia Saudita, Rusia, Irán, por sólo mencionar algunos.
https://datareportal.com/reports/digital-2024-deep-dive-the-state-of-internet-adoption
Como ejemplo, en YouTube, que es la red que más porcentaje de sus ingresos distribuye a creadores (45%), el 1% de los creadores con más seguidores se lleva el 70% del monto distribuido. Si es de su interés, en alguna publicación posterior podemos hablar del modelo de negocios de la redes sociales “centralizadas” y cómo, dada su escala y dominio, verdaderamente perjudican a los creadores que les dan vida.
Gracias Camilo por este nuevo post. Mucho de lo que allí mencionas yo lo traduzco como “hacerse cargo”. Al final es un ejercicio de ser consciente respecto a que las oportunidades las construye uno, el desarrollo, el progreso, el crecimiento. Nadie es responsable de lo que uno tiene que hacer. Para mi, haber entendido eso unas décadas atrás, me permitió tomar control de lo que estaba en mi campo de control y saberme adaptar a lo que no lo estaba. Gracias de nuevo!
Gracias Camilo, excelente post, buen valor das allí sobre las páginas para educarnos.