Hola Cami: gracias de nuevo por compartir esta interesante reflexión. Cuando me cuestiono sobre este tema siempre me voy a pensar en la calidad intelectual y cultural del promedio de la población y creo que es justo ahí donde está el gap. Cuando en la media no están las raíces del libre pensamiento, no está la base para el discernimiento y análisis del contenido y mensajes que se reciben de diferentes fuentes (partidos, caudillos, medios, etc). Por el contrario, cuando el ser se ha cultivado, y esto no solamente cobija el aspecto intelectual, puede tener las herramientas suficientes para crear su propio concepto más allá del que están vendiendo. Adicionalmente puede desprenderse de la idea de pertenecer a algo o de ser aceptado por seguir algo, así que aquí también se ve la influencia de la autovaloración y la autoestima. Pienso que el ser seguidores ciegos, nos lleva a la polarización y de fondo hay un problema de cultivo del pensamiento y autovaloración.
Supuestamente las estructuras de la democracia participativa nos protegen. Parecería que el sistema necesita algunas actualizaciones pues no se concibió teniendo en cuenta que la voluntad de la gente podía desviarse con información falsa y promesas ilusas.
Independientemente del grado de porosidad, permear esas capas es precisamente la condición de existencia (y función principal) del populismo, por dos razones:
1. El enemigo está ahí, lo “corrupto”, lo que esa afectado, la raíz de la desigualdad está cada vez más adentro de esos círculos. Por eso todo populismo encarna una batalla cultural, re-interpretar el pasado,influenciar valores y creencias( weaponization of history).
2. Por supervivencia
Buena forma de poner el tema en contexto y verlo desde lo estructural. Al ser un fenómeno muy personalista, basado en un “líder”, uno pensaría que condenado al corto plazo, los hechos nos muestran que pueden trascender la figura de la persona y moldear bastante el orden social y político por mediano plazo (creo que el Peronismo el caso más claro, 80+ años)
lo mejor q he leido en el 2024 y merece toda la amplificación posible
Hola Cami: gracias de nuevo por compartir esta interesante reflexión. Cuando me cuestiono sobre este tema siempre me voy a pensar en la calidad intelectual y cultural del promedio de la población y creo que es justo ahí donde está el gap. Cuando en la media no están las raíces del libre pensamiento, no está la base para el discernimiento y análisis del contenido y mensajes que se reciben de diferentes fuentes (partidos, caudillos, medios, etc). Por el contrario, cuando el ser se ha cultivado, y esto no solamente cobija el aspecto intelectual, puede tener las herramientas suficientes para crear su propio concepto más allá del que están vendiendo. Adicionalmente puede desprenderse de la idea de pertenecer a algo o de ser aceptado por seguir algo, así que aquí también se ve la influencia de la autovaloración y la autoestima. Pienso que el ser seguidores ciegos, nos lleva a la polarización y de fondo hay un problema de cultivo del pensamiento y autovaloración.
Supuestamente las estructuras de la democracia participativa nos protegen. Parecería que el sistema necesita algunas actualizaciones pues no se concibió teniendo en cuenta que la voluntad de la gente podía desviarse con información falsa y promesas ilusas.
Independientemente del grado de porosidad, permear esas capas es precisamente la condición de existencia (y función principal) del populismo, por dos razones:
1. El enemigo está ahí, lo “corrupto”, lo que esa afectado, la raíz de la desigualdad está cada vez más adentro de esos círculos. Por eso todo populismo encarna una batalla cultural, re-interpretar el pasado,influenciar valores y creencias( weaponization of history).
2. Por supervivencia
Buena forma de poner el tema en contexto y verlo desde lo estructural. Al ser un fenómeno muy personalista, basado en un “líder”, uno pensaría que condenado al corto plazo, los hechos nos muestran que pueden trascender la figura de la persona y moldear bastante el orden social y político por mediano plazo (creo que el Peronismo el caso más claro, 80+ años)